El dolor en el paciente pediátrico puede ser secundario a una enfermedad subyacente o a un
traumatismo. Y aunque a veces es más o menos sencillo llegar a la causa que provoca dicho dolor, en
otras ocasiones conocer qué es lo que provoca el dolor es complicado.
Muchas enfermedades o patologías pueden ocasionar dolor en áreas concretas de la anatomía humana
(dolor abdominal, lumbar, orofacial, etc. ). Además, el dolor en un área o localización puede ser
provocado por múltiples motivos.
Al dolor percibido en un área en concreto, que puede ser originado por causas y presentaciones clínicas
diferentes, se le llama síndrome doloroso.
Por lo tanto, un síndrome doloroso comparte el área del dolor, aunque las causas que lo originan sean
diferentes, e incluso muchas veces la fisiopatología de este es distinta, y esto hace que pueda cambiar la
actitud terapéutica frente al dolor.
Por otro lado, hay enfermedades concretas que tienen un abordaje del dolor no solo por su intensidad,
sino que es necesario la administración de fármacos que modifiquen el mecanismo fisiopatológico de la
propia enfermedad y por tanto, reduzcan el dolor.
Como se verá en este Manual, la administración de algún analgésico concreto, en una determinada
enfermedad o diagnóstico, no solo reducirá el dolor por su propiedad analgésica en sí, sino que en
ocasiones alterará o modificará a nivel molecular la causa fisiopatológica que produce la enfermedad y
por tanto, el dolor.

Los objetivos principales plantedos del Manual son:
Abordar el manejo del dolor agudo, no solo teniendo en cuenta la intensidad del dolor, como se hace
en un Servicio de Urgencias de forma habitual, sino ir un poco más allá e intentar abordarlo según el
mecanismo fisiopatológico del dolor que ocasionan algunas enfermedades, buscando así un abordaje
multimodal.
Ayudar al diagnóstico diferencial de las diferentes causas que producen un síndrome doloroso en un
área en concreto y así poder realizar un abordaje más específico .
Meto do logía :
Para llevar a cabo cada capítulo del manual/guía se realizó una búsqueda exhaustiva en diferentes
bases de artículos científicos, como PubMed, Cochrane, CINAHAL, Scopus Y EMBASE.
Para cada cuadro doloroso o enfermedad se buscó la evidencia y grados de recomendación de cada
tratamiento propuesto de modo que al final el lecto tenga acceso a un resumen de los tratamientos
usados y sus grados de recomendación en la práctica clínica.
Para establecer el nivel de evidencia de los diferentes capítulos y, por tanto, formular las
recomendaciones al respecto se utilizó el sistema GRADE ( Grading of Recommendations Assessment ,
Develoment and Evaluation ) (Tabla I).
Este sistema es una herramienta que permite evaluar la calidad e la evidencia y graduar la fuerza de las
recomendaciones en el contexto de desarrollo de guías de práctica clínica, revisiones sistemáticas o
evaluación de tecnologías sanitarias.
La fuerza de una recomendación refleja el grado de seguridad de que los efectos deseables de una
intervención recomendada superan sus efectos no deseables, o viceversa, en la población de interés.
La evidencia se define como el grado de confianza que tenemos en que la estimación de un efecto sea la
adecuada para efectuar una recomendación.
En algún tema se ha usado, para los niños nieves de evidencia, la escala de Shekelle modificada (Tabla
II)