La Rinoplastía o Cirugía Estética de la Nariz es una de las cirugías más comunes en cirugía plástica, siendo también una de las más dificultosas, ya que requiere por parte del cirujano de ideas tanto imaginativas, creativas y artísticas, como científicas. Es una combinación de arte y ciencia. Mediante esta operación se puede reducir o incrementar el tamaño de una nariz, reducir una giba o el ancho de la punta o de la base nasal, cambiar la forma, modificar los ángulos entre la nariz y el labio superior o entre la frente y la nariz. También se pueden corregir defectos de nacimiento como sucede en las narices leporinas, o traumatismos nasales producidos por accidentes, además de solucionar problemas respiratorios nasales funcionales. Los cirujanos de gran experiencia aconsejan no operar hasta que el paciente haya completado su desarrollo, alrededor de los 15 o 16 años, aunque hay cirujanos que operan adolescentes que no han cumplido los 12o 13 años. Una operación exitosa de nariz es, indudablemente, la que como ninguna otra mejora la apariencia de un rostro y fortalece la autoestima, pero también es cierto, que un fracaso en esta clase de operaciones puede llevar a la depresión, a la angustia y a la infelicidad