El de la pedofilia es un fenómeno complejo, con muchas caras, que puede incidir sobre las costumbres de la gente y que puede tener un impacto más o menos relevante sobre la personalidad en formación del menor aún no sexualmente autónomo y en busca de modelos de comportamiento. Para no agravar el perjuicio que un niño o una niña puede haber sufrido como consecuencia de prácticas sexuales con adultos, y para no cometer errores dramá ticos, es bueno saber cómo intervenir, sea para esclarecer los hechos, sea para ayudar a superar una experiencia que no deberá nunca considerarse un "acontecimiento relevante" de secuelas irreversibles. En resumen, no se trata ni de minimizar ni de dramatizar, sino de conocer.