Reseña o resumen
Orlando Mejía Rivera continúa con su particular estudio de la medicina después de abordar Medicina antigua. De Homero a la peste negra (Punto de Vista Editores, 2018). En esta ocasión hace un repaso de la medicina prehistórica así como de la medicina mágica, el chamanismo, la empírica natural y la de los pueblos mesopotámicos, para llegar a la medicina del antiguo Egipto. En esta obra ha incorporado los descubrimientos paleopatológicos más recientes, que son de gran significado para cualquier interesado en el origen de las enfermedades infecciosas, las metabólicas y el cáncer. Gracias a los descubrimientos genómicos de la tuberculosis, la lepra y la sífilis prehistórica se han derrumbado longevas teorías científicas que se creyeron indiscutibles. De igual manera, se mencionan y analizan los extraordinarios hallazgos del ADN fósil neandertal, liderados por Svante Pääbo, que permiten entender las ventajas evolutivas que tuvo el Homo sapiens al hibridarse con ellos y con los denisovanos, pero también las malas adaptaciones de los humanos contemporáneos y sus enfermedades derivadas de esos alelos genéticos atávicos.
Como ya es habitual en sus libros de historia, el autor nos ofrece algunas traducciones originales en español como la primera traducción completa de los cuarenta y ocho casos clínicos del papiro de Edwin Smith desde la edición canónica inglesa de J. H. Breasted (1930) pero teniendo en cuenta los jeroglíficos y haciendo una novedosa interpretación contemporánea del papiro tanto médica como filológica.
La historia de la medicina como núcleo de la reflexión humanista nos ayuda a comprender de una forma más profunda nuestros actuales problemas científicos y sociales, convirtiéndose en un poderoso instrumento conceptual que colabora en la superación de la crisis cultural de nuestros días. Por ello aprender de la historia de la medicina es fundamental para cualquier persona interesada en el devenir del hombre. -Orlando Mejía Rivera
Aquí se encuentran, de la mejor manera, las dos obsesiones y las dos emociones de Orlando Mejía Rivera: la medicina y la escritura, construyendo un relato extraordinario y apasionante. -Alberto Barrera Tyszka, Escritor. Columnista de The New York Times