En todos los síndromes craneocervicales con componente vascular esfenobasilar o carotídeo, traumatismos craneales o procesos psicosomáticos en fase simpaticotónica, el tratamiento sacrocraneal tiene unos resultados espectaculares en las manifestaciones sensitivas de origen mecánico, ayudando a liberar las suturas a nivel articular, flexibilizando las cubiertas meníngeas y mejorando la circulación hidrocefálica. La integración y relación con el resto de los sistemas, nos permite actuar siguiendo un orden, descartando o actuando sobre los sistemas con mayor pérdida de elasticidad. Se restablecerá, en primer lugar, la pérdida de elasticidad músculo-esquelética en caso de restricción importante de arcos de movilidad, y en último lugar, el sacrocraneal, de lo más a lo menos resistente (relación craneosacra y de la base al vértex).