Independientemente de si estás en tratamiento, de los efectos secundarios que puedas estar
experimentando o de tu nivel de forma física general, Pilates es una manera segura y efectiva
de ayudarte a recuperar flexibilidad, potencia y resistencia a la vez que de aliviarte de los efectos
adversos del tratamiento como, por ejemplo: edema linfático, fatiga, depresión, neuropatía periférica,
osteoporosis o discapacidades en los miembros superiores. Naomi Aaronson y Ann Marie Turo,
terapeutas ocupacionales e instructoras de Pilates, te muestran cómo usar suaves ejercicios para:

Fortalecer los brazos y los hombros, y recuperar tu rango de movimiento.
Reducir el dolor y la hinchazón, así como estirar zonas tensas afectadas por cicatrices.
Desarrollar la fuerza de la zona media y la estabilidad de la espalda, especialmente importante
después de cirugía de reconstrucción mamaria mediante colgajo miocutáneo transverso de
recto abdominal (TRAM) o de la arteria perforante epigástrica inferior profunda (DIEP).
Mejorar el equilibrio y la coordinación.
Facilitar la realización de tareas básicas cotidianas.
Aliviar el estrés y aumentar la energía.

Pilates para la recuperación del cáncer de mama, que incluye programas que pueden hacerse
tumbada, sentada o de pie, te ayudará a lograr el máximo bienestar en el momento actual y durante
todo el resto de tu periplo vital después del cáncer.

Las autoras han creado un libro que puedo recomendar con seguridad a mis pacientes cuando se
abren camino a través de su nueva normalidad y vuelven al ejercicio y la rehabilitación. Como persona
con edema linfático relacionado con cáncer de mama, aprecio especialmente los conocimientos de
las autoras y las modificaciones que proponen en sus ejercicios .

-Dra. Judith Nudelman, profesora clínica asociada de medicina familiar, Brown University

Planteamiento práctico y sencillo... Un recurso excelente para pacientes, sus seres queridos y los
profesionales que